Detalles proyectos
Actualmente, no se puede hablar de tecnología sin tener en cuenta la transición ecológica. Este precepto se hace tangible en Prisma, un edificio de oficinas de 11 000 m2 que fusiona la arquitectura europea con la energía verde, construido por Skanska en la ciudad de Helsinborg (Suecia). El complejo, que dispone de 592 m de fachadas de vidrio únicas y modulares, está ubicado en el puerto de la ciudad sueca y forma parte de una ampliación de Helsingborg, en la que se pretende transformar el antiguo puerto y los terrenos industriales en un nuevo distrito tecnológico. «Lo más singular de Prisma es, sin duda, la fachada: su diseño y las grandes secciones acristaladas. La ubicación también es algo único: es un edificio emblemático en la parte nueva de la ciudad», afirma Christian Westerberg, director de Proyectos de Wihlborgs.
El estudio Erik Giudice Architects ha sido el encargado de diseñar el edificio en el que destacan sus deslumbrantes fachadas acristaladas, que ofrecen vistas de Dinamarca y crean reflejos del mar y del cielo, lo que ayuda a crear una atmósfera de amplitud. Por su parte, el exterior transparente deja pasar los reflejos de luz hasta el núcleo del edificio. «Uno de los retos de este proyecto ha sido conseguir que todos los detalles estuvieran alineados en función de las grandes secciones de fachada con vidrio transparente de suelo a techo. Otro de los retos ha sido también logístico, ya que todo el personal que trabajaba en el lugar contaba con una única salida que era también la única entrada», dice Westerberg.
El edificio Prisma ha recibido la certificación ecológica «Miljöbyggnad Guld», que reconoce su enfoque medioambiental. Su brillante estructura se combina con una solución de fachada energéticamente eficiente y de aspecto diáfano. El vidrio empleado se adapta al clima, ya que aísla del frío o del calor en función del tiempo, pero al mismo tiempo, maximiza la entrada de luz, lo que contribuye a crear un clima interior armónico.
Para reducir la huella de carbono, Prisma está cubierto de 35 especies diferentes de plantas, que atrapan eficazmente el dióxido de carbono. En el futuro, también se instalarán paneles solares que suministrarán electricidad al edificio y harán funcionar el sistema de acondicionamiento. Además, las trituradoras de residuos de la cocina transformarán los restos de comida en biogás. «La ventaja de utilizar aluminio es que el material es muy resistente y ligero, es decir, el aluminio tiene una densidad baja en comparación con otros materiales como el acero. Otras ventajas son que no se oxida y es fácil de moldear», señala Westerberg. El edificio Prisma es paradigma al fusionar el patrimonio arquitectónico europeo con un enfoque moderno de edificación ecológica. Su objetivo es contribuir a convertir Helsingborg en una de las ciudades tecnológicas más innovadoras de Europa.